Fairsolving vincula cualquier mejora de la productividad a la calidad de los servicios y productos de nuestros clientes a través de tres fases:
El análisis previo comprende un estudio del departamento o departamentos objetos del proyecto relacionándolo con la estructura organizativa y los flujos de procesos, de manera que se realiza un estudio de impacto de las mejoras propuestas en toda la organización.
El segundo paso consiste en consensuar con el cliente una calidad determinada y unas mejoras productivas asociadas a esa calidad, desarrollando indicadores de control.
La tercera fase del proyecto es la implantación de mejoras, creando cuadros de mando e indicadores de seguimiento de la implantación. En esta fase se realiza la formación y cambio de cultura empresarial necesaria a través de talleres de trabajo, dinámicas de grupo y formación outdoor.
Nuestro mayor logro es mantener la confianza y satisfacción de nuestros clientes.